sábado, 24 de noviembre de 2018

LOS ORÁCULOS


Hoy en día existen miles de mazos de cartas que se autodefinen como oráculos: de diosas, de animales, de plantas, etc. Incluso hay quienes consideran que el tarot mismo es un oráculo. Pero ¿qué es un oráculo?

La Real Academia Española nos proporciona las siguientes definiciones:

ORÁCULO (del latín oracŭlum)[1]
1.      m. Especialmente en la Antigüedad grecorromana, respuesta que una deidad daba a una consulta, a través de un intermediario y en un lugar sagrado.
2.      m. Lugar sagrado en el que se consultaba el oráculo de una deidad. El oráculo de Apolo en Delfos.
3.      m. Persona que actuaba como intermediaria en la transmisión de un oráculo.
4.      m. Pronóstico o predicción.
5.      m. Persona cuya opinión se estima mucho por su gran sabiduría.

Lo primero que vemos es que la palabra viene del latín, por lo que debemos suponer que los primeros oráculos nacieron en la Antigua Roma, y no en Grecia como usualmente se piensa. La raíz “ora-“ proviene del verbo “orare”, que significa “hablar”, y el sufijo “-culum” en este caso hace referencia a “instrumento” o “medio”. De aquí podemos concluir que un oráculo es un medio por el cual hablan los Dioses (o la Divinidad). El oráculo es tanto la persona que lo pronuncia como el vaticinio mismo (definiciones 1 y 3).

La consulta o la predicción se daban en un lugar específico que debía ser un lugar sagrado, por lo general un templo o un área dedicada a un dios o diosa específicos. Este lugar también tenía el nombre de oráculo, siendo el más conocido el Oráculo de Delfos (definición 2). Este oráculo se encontraba en el Santuario de Delfos, en Grecia, al pie del monte Parnaso. Era un lugar dedicado al dios Apolo y a las Musas. En este templo, el dios Apolo hablaba a través de la Pitia o Pitonisa, que era una mujer virtuosa que dedicaba su vida (¡toda su vida!) a esta tarea. Debía vivir en el Santuario y atender todas las consultas que a él llegaban. Para poder hacer una consulta se cree que había una entrevista preliminar, luego se ofrecía un sacrificio al dios y finalmente se pagaba para poder presentarse ante la Pitonisa. Hecha la pregunta, ella emitía el oráculo que era escrito e interpretado por un sacerdote. En el caso de no cumplirse, no se culpaba al oráculo propiamente dicho sino a la interpretación hecha del mismo.


Queda claro de esta manera que el oráculo no es algo fácil de interpretar, sobre todo porque proviene directamente de la Divinidad. Hay personas que tiene el trabajo específico de contactar con la Divinidad y están en mejores condiciones para realizar las interpretaciones; los sacerdotes y las sacerdotisas pueden entender mucho mejor que una persona común qué es lo que la Divinidad intenta transmitir. Esto no quiere decir que sean infalibles ni mucho menos, siguen siendo seres humanos que pueden equivocarse y fallar.

Según la definición número 4, cualquier pronóstico o predicción es un oráculo. Yo no estoy totalmente de acuerdo con esta definición. No creo que el pronóstico del tiempo sea un oráculo. En cuanto a la número 5, no se usa demasiado y de hecho nunca oí que llamen oráculo a alguien sólo por ser erudito. Quizás se da en otros países, no lo sé.

Pero entonces, el tarot y los oráculos que se venden en librerías y santerías, ¿son realmente oráculos? Depende de quién los use, cómo se usen y para qué. En principio, son juegos de cartas que pueden usarse para adivinación. En el caso de usarse efectivamente para adivinación, es cartomancia. La cartomancia puede ser oracular o no, siempre dependiendo de cómo uno interprete lo que es un oráculo. En mi caso, como ya aclaré, no considero que cualquier predicción sea un oráculo, por lo que para mí, aunque esté usando un mazo de cartas que se llame “oráculo de…” no lo considero de esa forma.

Cuando quiero utilizar las cartas en forma oracular, preparo un ritual de antemano: limpieza del espacio y de mi persona, meditación, estado de conciencia alterado para poder contactar con la Divinidad... Pido permiso mediante una oración y hago la pregunta. Si la respuesta es totalmente clara… mmm… probablemente no venga de la Divinidad. Los oráculos hablan en acertijos y no son fáciles de entender, por eso es necesario interpretarlos y se corre el riesgo de equivocarse. Esto no quiere decir que la Divinidad no esté presente, simplemente que en este momento prefiere que hable alguien más (otra entidad superior, o quizás interior, más clara y más fácil de entender) porque probablemente no estoy lista para la respuesta que podría obtener de forma directa.

Hay quienes piensan que por “tirar las cartas” ya están en contacto con las Fuerzas Superiores. Quizás sea así; en ese caso espero que tengan el respeto que la Divinidad se merece. Como ya aclaré esta es mi visión personal de los oráculos.


[1] http://dle.rae.es/?id=R8QdZYx

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